Si en el sexto no hay perdón, ni en el noveno rebaja, ya puede el Señor llenar el paraíso de paja.
* Cristina García Rodero. El lujo de estar en Magnun.
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ResponderEliminarY lo que más mola es que la foto puede estar hecha hace 50 años o ayer por la tarde.
ResponderEliminarO incluso dentro de 20 años.
Cosas de la intemporalidad.
Xiana,...
ResponderEliminarNo te elimines, que el espacio es todo tuyo.
Sds
Sr. Hormigos,
La España invisible de García Rodero se reinventa a diario, y no precisamente en las Urdes.
Bueno...menos un par de series dedicadas al burro en carretera...
Sds
De esos también tenemos unos cuantos.
ResponderEliminarPor cierto, como te sé sensibilizada con el tema, te aviso -aunque si eres aplicada lectora de la única prensa seria que queda, ya lo habrás leído en El Mundo Today- que el niño que dijo que Marina D'Or era "guay" se acaba de retractar públicamente de lo dicho.
A lo mejor, no todo está perdido.
Ves, ahí me has pillado, no tengo ni idea de cuál es el sexto ni el noveno (de hecho no me los sé).
ResponderEliminarIgualmente, porque matar da mucha pereza y es el único que me sé, ¿todos los demás nos lo podemos saltar, no? Lo de la paja es problema suyo, creo.
Ya no recuerdo cual era el sexto... Ni el otro, tampoco...
ResponderEliminarSaludos, amiga
La capacidad de Cristina García Rodero para captar el costumbrismo nacional es increíble... buena reflexión.
ResponderEliminarY sí, para vivir hay que dejar vivir.
Don Hormigos,
ResponderEliminarEse pobre niño no se librará jamas del stigma Marina D'Or...y del guay. Si al menos hubiera dicho "Marina D'Or está de puta madre"...
Sds
Rai,
Estoy segura de que los sabes traducir al griego, todos toditos, y en orden decreciente¡¡
Sds
Antiqva,
Ese olvido es normal. Tú, no pecas¡¡
Sds
Sergio,
Hay series de García Rodero que me abducen. Pasaría horas mirándolas entre admirada y miedosa. Miedo del país que sólo insinúan.
Sds
Ya lo dice la palabra: manda y miento.
ResponderEliminarFui a la exposición de Cristina Rodero, incluso creo que le dediqué una entrada.
ResponderEliminarYo quiero ser cura... Y enterarme de los inconfesables secretos de las mujeres...
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