Echo de menos tener las cosas claras, como en la infancia.
uno se olvida de sorprenderse y reir mas a menudo....
Algo de sagrado tiene la inocencia, aunque quizás más la de uno mismo que la ajena. Cosas que pasan.
Pura mecánica cerebral: el coco se resetea periódicamente, eliminando los malos recuerdos y sublimando hasta la maravilla de las maravillas los normalitos.No os engañeis: ninguna infancia resiste una revisión mínimamente objetiva.
Envejecer es volver a ser niño... Es asi, amigaUn abrazo
¿Y quién no?
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Echo de menos tener las cosas claras, como en la infancia.
ResponderEliminaruno se olvida de sorprenderse y reir mas a menudo....
ResponderEliminarAlgo de sagrado tiene la inocencia, aunque quizás más la de uno mismo que la ajena. Cosas que pasan.
ResponderEliminarPura mecánica cerebral: el coco se resetea periódicamente, eliminando los malos recuerdos y sublimando hasta la maravilla de las maravillas los normalitos.
ResponderEliminarNo os engañeis: ninguna infancia resiste una revisión mínimamente objetiva.
Envejecer es volver a ser niño... Es asi, amiga
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¿Y quién no?
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